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O ELECCIONES O REVOLUCIÓN


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O elecciones o revolución
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O elecciones o revolución

Numerosos compañeros comienzan, desgraciadamente, a fijar su atención en las próximas batallas electorales, mientras que otros manifiestan en las filas del partido su oposición a participar en las elecciones; pero todos insisten en la necesidad del Congreso nacional.

La dirección, sin embargo, no se pronuncia y mientras las elecciones se aproximan, se aplaza cada vez más la convocatoria del Congreso.

Nosotros queremos resaltar que en una carta a los trabajadores de Europa, publicada por la «Riscossa» de Trieste, el compañero Lenin escribe, entre otras cosas interesantes:
«…Hay hoy hombres como MacLean, Debs, Serrati, Lazzari, que comprenden que hay que acabar con el parlamentarismo burgués …» [« Riscossa » de Trieste (censurado)].

Después de esta consideración lógicamente sacada de la adhesión de nuestro partido a la Tercera Internacional, Lenin escribe:
«El Parlamento burgués, incluso en la república más democrática, no es más que una máquina de opresión contra millones de obreros obligados a votar las leyes que otros han hecho a sus expensas. El socialismo ha admitido las luchas parlamentarias sólo con el objetivo de utilizar la tribuna del Parlamento con fines de propaganda en tanto que la lucha tenga necesariamente que desarrollarse en el Interior del orden burgués.»

Aquí también el texto esta cortado por la censura. Pero añadiremos nosotros, la lucha del proletariado es internacional y su táctica, como lo dice claramente el programa de Moscú aceptado por nuestra dirección, internacionalmente uniforme. Existen ya tres repúblicas comunistas, estamos, pues, de lleno en el curso histórico de la revolución, fuera del período en que la lucha se desarrollaba en el interior del orden burgués.

Llamar todavía al proletariado a las urnas equivale a declarar sin más que no hay ninguna esperanza de realizar las aspiraciones revolucionarias; y que la lucha deberá desarrollarse necesariamente dentro del orden burgués.

Sobre el programa de la dictadura proletaria, sobre su adhesión a la IIIa Internacional, he aquí sobre lo que escupe la Dirección del partido al decidir participar en las elecciones. ¿Cómo no ver esta contradicción fatal? ¿Cómo no comprender que decir hoy al proletariado: «¡A las urnas!» significa invitarlo a desviarse de todo esfuerzo revolucionario o por la conquista del poder?

Nosotros gritamos con todas nuestras fuerzas: ¡El Congreso! ¡El Congreso!.

No es posible continuar así. Y en el momento en que la burguesía se prepara para yugular a las repúblicas soviéticas, caen las ilusiones facilonas de nuestros compañeros que aun siendo revolucionarios convencidos, consideran estériles las discusiones programáticas y teóricas (¡horror!), y que salen de apuros diciendo: «¡no llegamos a las elecciones, estalla antes la revolución!»

Amigos «prácticos»: ¡se llegará a las elecciones! Y mientras que el sacrificio y el honor de salvar la revolución corresponderán enteramente a los proletarios rusos y húngaros que sin queja derraman su sangre y confían en nosotros, nosotros enviaremos al simposio del parlamento una centena de héroes de la incruenta pugna electoral, cayendo alegremente en el olvido de toda dignidad y de toda la fe que producen las orgías electorales.

¿Lograremos conjurar este peligro?


Source: «Il Soviet», n. 27, 29–6-1919

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